¿Comunico lo que quiero? ¿Me gusto? ¿Me siento bien?
Es fascinante ver cómo, quienes entreno, van descubriendo cuánto pueden hacer para mejorar su vida personal y/o profesional, mientras les facilito estrategias para lograrlo, durante las sesiones individuales o en grupo.
Las próximas semanas van a estar llenas de proyectos dirigidos a grupos… algunos son equipos (empresa), otros los componen futur@s vecin@s (cohousing).
También están l@s profesionales de distintas áreas, que desean especializarse, para poder formar a sus clientes.
Son diferentes ámbitos con el mismo objetivo: análisis, reflexión, aprendizaje y decisión, para poner en práctica y disfrutar lo aprendido.
Hay algo tan interesante como importante, en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la persona adulta: sólo está asegurado el éxito cuando el proceso va dirigido a su centro de interés… y lo construimos en base a su experiencia.
Y todas las personas deseamos estar mejor, gustarnos y gustar.
¿Qué analizamos durante los procesos?
Todo cuanto influye en la calidad de vida de cada un@ de l@s participantes:
- Su nivel de eficacia comunicativa (visual): para que haya coherencia entre lo que desea transmitir y lo que transmite su presencia. Sin ruidos visuales ni símbolos que vayan en contra de su bienestar y su objetivo, en cada circunstancia.
- Cuánto se gusta: para lograr que, al mirarse, su experiencia estética (definición de la disciplina Estética Filosófica) sea fascinante y el bienestar le invada. Habiendo entrenado antes la mirada, para que se observe con objetividad.
- La capacidad de su organismo para regenerarse: desde su piel, cabello, ojos… hasta sus huesos, pasando por todos sus órganos. Comprobar si su alimentación, digestión, descanso, actividad física, etc., tienen un buen nivel.
Especial mención tiene el líquido en el que flota todo el organismo: el líquido intersticial, se llama. El efecto que tiene en él la saliva, al masticar adecuadamente los alimentos, y la respiración que, cuando es completa y consciente, hace que las <<mareas>> (así se llama el movimiento natural de este mágico líquido) masajeen y lubriquen todos los rincones (intersticios).
El resultado de este proceso: la perfecta regeneración de las células y un bienestar muy especial, que se refleja en la mirada, la postura corporal, la claridad mental y muchas otras bondades.
En conjunto, su nombre es <<Efecto Halo>>. Que se expande, contagia y crea un agradable ambiente en el entorno. Pues además, quienes fluyen de este modo, tienen el foco en el bien propio y común. El de las personas que le rodean y… del planeta.
A partir de este entrenamiento, es común escuchar a quienes lo reciben, que ell@s ya sólo
SUBVen. Porque nos miran y nos copian 🙂