Un día como hoy, nació la persona que me enseñó a respirar bien.
Por primera vez en muchos años, un 18 de agosto, mi mensaje de felicitación no llegará al teléfono de la persona que me regaló esta valiosa información sobre la respiración. De todos modos, lo he enviado. Mi recuerdo, agradecimiento y reconocimiento, a quien me ha ayudado (y continua haciéndolo, gracias a innumerables notas tomadas por mí y mis ayudantes) a respirar y ‘parar’, a retener la mano antes de actuar, a no reaccionar y a mucho más. El nombre por el que se le conocía internacionalmente: Magen, mi primer maestro. La persona con mayor inteligencia, glamour, carisma (y cuantos apelativos que no aconsejo utilizar a mis alumn@s:, porque te pone ‘en manos de los demás’) que he conocido jamás. Él decía que ser consciente de la respiración ayuda mucho a tener ‘presencia’, pues los hombros ‘en su lugar’, para dejar el espacio necesario a los pulmones, aportan una saludable y atractiva verticalidad. Estudiando la expresión facial y corporal de ‘la voz’, me doy cuenta de que la increiblemente estilosa presencia de Magen, tenía mucho que ver con Frank Sinatra, el mejor cantante de todos los tiempos, según el mismo nos decía. ‘Casualmente’, unos de los secretos de este prodigioso cantante, era cómo dominaba la respiración. No le gustaban los regalos, el mejor obsequio que considero, le podemos hacer, es poner en práctica y difundir sus enseñanzas.
LA RESPIRACIÓN
Introducción
Somos seres con la capacidad de pensar, caminar, etc. Pero si no respiramos, no sólo no podremos hacer nada de esto, sino que moriremos. Sin la respiración no hay vida. Nuestro “aparato respiratorio”, de forma “automática”, inhala y expele el aire manteniendo oxigenada la sangre, sin el cual nuestros órganos dejarían de funcionar. Esa es la “fuerza vital” que activa a todos los seres vivientes, incluidas las plantas; hasta los peces necesitan extraer el oxígeno del agua para poder vivir. Pero, tal vez por ser un acto reflejo (el respirar), algo que no tenemos que realizar conscientemente, no le prestamos adecuada atención. Por ello es muy común que “respiremos mal”, lo que nos produce “molestias” y hasta incluso enfermedades, y desde luego no nos permite “sacar” el 100% de rendimiento a nuestro cerebro, corazón y resto de órganos. El propósito de las distintas “técnicas de respiración” (algunas de ellas centenarias, provenientes del Tíbet, etc.), es el de aspirar la mayor cantidad posible de aire (distribuirlo por el cuerpo “prana”) y luego expulsarlo. Cada uno de estos métodos tiene un objetivo distinto: limpiar, revitalizar, relajar, etc. Se pueden ejecutar en cualquier posición (de pie, sentado o acostado), y básicamente es necesario:- Mantener:
- Mente y músculos relajados.
- Adoptar una posición cómoda.
- Columna vertebral recta
- Brazos colgando a los costados
- Músculos del abdomen perfectamente controlados durante todo el proceso.
- Aspirar el aire lentamente, contener la respiración y expulsarlo.
- Tener una medida del tiempo para respirar, para distribuir nuestras respiraciones en un tiempo determinado.
- Aprender a respirar a distintas velocidades, según la actividad que vayamos a realizar.

Durante todo el proceso, es muy importante:
- Tomar el aire siempre por la nariz, para mantener la ventaja de los filtros de aire de las fosas nasales, y del sistema de control de temperatura del aire que tiene nuestro organismo.
- Mantener la nariz limpia. El modo: cada vez que notemos que el aire no fluye, sorber, primero por una fosa nasal de la nariz, y después por la otra, un poco de agua tibia con un poco de sal, o con suero fisiológico, dejarla llegar a la garganta y escupirla y “sonarse” a continuación.
- Mientras inspiramos el aire mantener la boca cerrada; de lo contrario se nos “tapará” la nariz, sentiremos la cabeza pesada, seremos proclives al catarro, etc.
- Expulsar el aire por la boca.
Respiración completa
Los pulmones se llenan totalmente de aire, la sangre se purifica y se llena de fuerza “vital”. Aspirar la mayor cantidad de aire que se pueda, ensanchando el pecho hacia fuera y hacia arriba, y después bajar el diafragma haciendo sobresalir la parte inferior del abdomen (controlando bien los músculos). Después expulsarlo por la boca y volver a empezar.Respiración para limpiar
Es completamente inocua y sumamente beneficiosa. Libera los pulmones de aire viciado y de impurezas. Es aconsejable practicarlo al despertar y antes de dormir, así como al comienzo y al nal de cada esfuerzo y ejercicio. Realizar 3 aspiraciones completas:- Ensanchar el pecho hacia fuera y hacia arriba aspirando el aire por la nariz lo más profundamente que se pueda, hasta llenar los pulmones de aire. En la 3a aspiración retener el aire unos 4 segundos; juntar los labios como para silbar, pero sin hinchar las mejillas, y después soplar un poco de aire con fuerza.
- Contener el aire que queda durante 1 segundo. Volver a soplar otro poco de aire con fuerza. Retener el aire que queda durante otro segundo y después soplar con fuerza el aire restante, hasta que no quede aire en los pulmones.
- Es importante soplar, tanto de aire, con toda la fuerza que se pueda.
RECORDEMOS:
- Lavado de la nariz matinal y nocturno.
- La respiración profunda, fortalece la circulación y hará que se elimine del cuerpo todo lo malo.
- Cuando respiras y se abre la caja torácica, las células se alimentan de oxigeno.
- La respiración, aparte de darte vida con el oxigeno, ‘masajea’ los órganos internos.
- Respiración en las comidas: “No pensar voy a comer un bistec, sino voy a comer proteína, minerales…
- Respirar levantando los brazos hacia arriba y soltar el aire poco a poco, bajando los brazos.
- Relajarse es llevar tu mente y tu organismo a una mejora de tu salud.
- Golpear el TIMO, rítmicamente dos veces al día (mañana y noche), 20 repeticiones de tres suaves y rítmicos golpecitos emulando el latido del corazón, sobre el timo, situado entre el corazón y el esternón.